Literalmente, el Puente Hisgaura de Sacyr en Santander se encogió, se encrespó, se volvió un acordeón

Literalmente, el Puente Hisgaura de Sacyr en Santander se encogió, se encrespó, se volvió un acordeón

Por Héctor Mario Rodríguez

Málaga – Los Curos (Santander).- Si en mayo de 2017 el Gobierno del presidente Juan Manuel
Santos hubiera cumplido su amenaza de decretarle la caducidad a la constructora española Sacyr –
por reiterados incumplimientos del proyecto Puerta de Hierro – Cruz del Viso -, otro gallo cantaría
hoy.

El entonces presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), Luis Fernando Andrade (el
mismo de las reuniones a manteles con Bernardo «Ñoño» Elías y el presidente de Odebrecht en
Colombia, Eleuberto Martorelli), denunció atrasos de nueve meses en el proyecto de Cuarta
Generación por $1.2 billones y anunció multas por apenas $11 mil millones.

Sin embargo todo se arregló en junio de 2017 tras una reunión en Palacio de Nariño entre el jefe
del Estado, el presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura y las altas directivas de Sacyr de
España. Algo parecido había ocurrido con el lío de Commsa (del que también hacía parte Sacyr) y
la Troncal del Magdalena Medio. Tanto se arregló el nuevo asunto que después de eso “llovieron”
nuevos contratos para Sacyr. Y lo más grave, se rompió la sagrada regla de que no hay que poner
todos los huevos en la misma canasta.

Para completar, en medio de semejante lío, Sacyr traía otro esqueleto en el closet. Había suscrito
en 2013 un contrato con el Fondo de Adaptación por $80.040 millones para construir tres puentes
en la vía Bucaramanga – Málaga. En junio de 2016 las obras apenas iban en el 28 por ciento y las
denuncias crecían, hasta que apareció la mano dadivosa del gerente del Fondo de Adaptación,
Iván Mustafá Durán, quien acordó en diciembre de 2916 un otrosí por otros $23 mil millones para
continuar la obra.

Sacyr Construcciones había alegado múltiples inconvenientes para exigir la ampliación del
presupuesto. Para justificarlo presentó ajustes a los diseños en donde propuso como una solución
atirantada de tres luces de 125 metros, 330 metros y 125 metros y dos tramos en voladizos
sucesivos con dos torres en forma de diamante en la parte inferior y terminado en una torre
central en la parte superior.

El Puente Hisgaura tiene columnas en H y varios soportes de cimentación (Caisson). El puente
Chirajara tiene forma de diamante, terminado en triángulo invertido o en V, apoyado en un solo
soporte (monocaisson). Las características estructurales son completamente diferentes.

Los diseños del puente Hisgaura los realizó el consorcio DIS S.A – EDL.S.A. representado por los
ingenieros Francisco Daza y Enrique Dávila. “Estas firmas son de las mejores y más reputadas del
país en temas de consultoría y diseño”, dijo el Fondo de Adaptación en su momento. “Aunque los
diseños originales eran viables técnicamente y construibles, la firma constructora Sacyr introdujo
mejoras técnicas bajo la interventoría de Parsons Brinckerhoff, firma canadiense de prestigio
internacional”, explicó.
“El Puente Hisgaura, en el departamento de Santander, hace parte de las 382 obras que el Fondo
Adaptación habrá entregado al finalizar el Gobierno del presidente, Juan Manuel Santos, para
darle solución a sitios críticos originados por efectos del cambio climático en todo el país”, se dijo
en un comunicado del siete de julio de 2017

El compromiso era entregar la obra antes de culminar el primer semestre de 2018 (en otras
palabras, antes que terminar el Gobierno Santos). Sin embargo llegó el último mes del mandato
del ex jefe de Estado, y Sacyr no cumplió. Entonces lo ocurrido allí se convirtió en el secreto mejor
guardado a la opinión pública nacional, para no agregarle otra “condecoración de lata” a los
proyectos de infraestructura del Gobierno saliente.


El Puente Hisgaura, presentado como el más alto atirantado de Suramérica (148,3 metros) y clave
para conectar la vía Bogotá – Bucaramanga – Santa Marta con la troncal Bogotá – Cúcuta, se
distensionó (“la viga que rigidiza se distensiononó”, como dicen técnicamente los ingenieros).
Hablando como los de común, el puente se arrugó y quedó como un acordeón. Lo más grave del
asunto es que lo maquillaron y están tratando de entregarlo así.

El 31 de agosto de 2018 pasado se venció el plazo que tenía el contratista Sacyr para la entrega
definitiva. Según visita realizada por la interventoría del proyecto el primero de septiembre de
2018, hubo incumplimiento por parte del contratista al no entregar el 100% de la obra, pero nadie
contaba la verdad sobre lo ocurrido.

El puente deberá ser rehecho. Cuenta con una longitud total de 653 metros, de los cuales 73 son el
viaducto de acceso y 580 metros corresponden a la estructura del puente atirantado. Consta de
vigas de concreto construidas mediante el sistema de voladizos sucesivos, que consiste en hacer

las vigas sin requerir apoyos intermedios durante la etapa de construcción. El tablero o placa del
puente está sostenida por un total de 128 tirantes que la sujetan cada diez metros.

INFORME DE ALARMA
Tras ocho horas de visualizaciones del puente efectuadas el sábado primero de septiembre del
2018 por la Subdirección de Prevención y Atención de Emergencia del Ministerio de Transpor –
Invías los hallazgos fueron de monumental gravedad.


“Se aclara que, aunque se encontraron y se registraron graves anomalías, estas podrán ser
mayores al efectuar una revisión más detallada que podría tomar varios días.

“ La vía en su mayoría destapada en donde se encuentra este puente, Los Curos a Málaga, tiene
una longitud de 147 kilómetros y el tiempo en el recorrido fue de aproximadamente 5 horas. El
puente economiza una distancia de 1.2 kilómetros. El costo del puente se estima en
aproximadamente 100 mil millones de pesos. La firma constructora del puente es la española
Sacyr y la firma interventora la santandereana ETA”, firma el ingeniero Henry Mantilla.