Bogotá.- En abril de este año, el restaurante Hatsuhana cumplirá 34 años de fundación, pero su historia inicia de nuevo, pues luego de un momento difícil, por cuenta de la pandemia de Covid-19, logró una segunda oportunidad, gracias a un grupo de inversionistas colombianos, quienes decidieron continuar con el legado que inició en 1987 el japonés Tadashi Ono.
A través de la recién creada sociedad Cerher Inversiones S.A.S., Martha Cecilia Hernández Hernández, de Neiva, Adriana Catalina Cerquera Hernández, de Bogotá, y César Cerquera Tapiero, quien también nació en la capital del departamento de Huila, optaron en diciembre por adquirirle los activos a Miguel Alfonso y reabrir el negocio.
En detalle, los socios de Cerher Inversiones S.A.S. son Martha Cecilia Hernández Hernández; Adriana Catalina Cerquera Hernández; Cesar Andrés Cerquera Hernández (los tres con 15% de la empresa cada uno); y César Cerquera Tapiero, con 55%.
Cabe recordar que a finales de la década pasada Tadashi Ono decidió regresar a su natal Japón y luego lo vendió a Miguel Alfonso. Ono falleció en 2008.
Así, el restaurante Hatsuhana reabre sus puertas con la misma planta de 14 empleados en cocina y servicio, y fiel al legado de Tadashi Ono.
Adriana Catalina Cerquera Hernández — gerente general de Cerher Inversiones y nacida hace 33 años en Bogotá — afirma que decidieron tomar el riesgo de dar continuidad a la historia del restaurante, pues no querían que tradición desapareciera y optaron por darle un nuevo aire.
En su opinión, llegan conn nuevas ideas, que irán introduciendo poco a poco en cuanto a la carta y al diseño del lugar para entregar a los clientes una experiencia gastronómica de calidad, sin cambiar la esencia de la comida japonesa que siempre lo ha caracterizado.
El establecimiento cuenta ahora con 13 salas en donde se realizan los shows de cocina en vivo para la preparación del Teppanyaki, que es uno de los platos emblemáticos.
Asimismo, instalaron un salón donde se encuentran variedades de sushi fresco y preparaciones con base en las técnicas niponas.
Otra de las propuestas que tiene el restaurante son experiencias gastronómicas para la familia o amigos, que quieren reunirse y compartir, para lo cual se dispuso tres salones, en los cuales se pueden recibir grupos de entre diez y 20 personas.
En el área del jardín, Cerher Inversiones hizo una renovación de los quioscos, quedando comunicados entre sí, e instaló un biombo de madera, que separa los dos ambientes.
En ese sitio, también existe servicio al aire libre para disfrutar de los platos, rodeados de naturaleza.
Otro de los lugares del renovado Hatsuhana es el bar, donde los clientes pueden disfrutar de cervezas y licores japoneses como el shochu (bebida), cócteles o sake (otra bebida).
En cuanto al ambiente, conserva su tradicional gong, que anuncia la llegada de los comensales.
Las esculturas propias de la cultura oriental, como el Maneki-neko (招き猫), también conocido como gato de la suerte o gato de la fortuna, hacen parte del inmobiliario del restaurante, que está ubicado al norte de Bogotá.
Entre tanto, el muñeco daruma, que simboliza la perseverancia, el esfuerzo y la consecución del objetivo impuesto, sigue vigilante para superar las adversidades y recuperar de la suerte de los comensales que lo pidan. Además, sin importar lo mucho que se mueva, nunca se cae.
Adriana Catalina Cerquera Hernández
Es ingeniera industrial de la Universidad Javeriana, con maestría en dirección financiera del Instituto Europeo de Posgrado, y seis años de experiencia en el sector financiero. Cuenta con trayectoria en relación con proveedores y gestión sobre proyectos de banca empresas, al igual que liderazgo de proyectos enfocados al cumplimiento de requerimientos estatales, modelación e inventariado de procesos y gestión documental. La ejecutiva también tiene conocimientos en implementación y creación de planes de mercadeo, análisis de costos y creación de estructuras salariales.