Nueva York.- La acción de la vidriera Tecnoglass (Nasdaq: Tgls), enfrascada hoy en un nueva denuncia por la forma en que sus socios – los hermanos Daes – se convirtieron en accionistas de la Triple A de Barranquilla, cae precipitadamente en Nasdaq.
Los títulos de propiedad bajan este martes 7,01 por ciento a apenas 20.68 dólares, y se deslizan un 10.71 por ciento en los últimos cinco días de mercado y 13,51 por ciento en el último mes.
Su capitalización de mercado llegó a apenas 985,9 millones de dólares y sigue su repliegue tras la investigación de Hindenburg Research que sindicó a sus accionistas y ejecutivos de fraude y de estar relacionaos con el Cártel de Cali, algo que denunció Primera Página desde 2013.
El negocio de la Triple A de Barranquilla que bendijo Duque: de un “capítulo oscuro” a un “obsequio”
En las narices de todos, regalo de US$175 millones a William Vélez y a los Daes, hoy tan de moda. Como lo relata la Alcaldía de Barranquilla, hace una semana acabó un proceso a través del cual la Nación le dio sin recibir hoy un peso la Triple A de Barranquilla, empresa dedicada a los servicios de Alcantarillado, Agua y Aseo, a la sociedad de economía mixta Alumbrado Público Barranquilla, de propiedad de la capital del Atlántico en un 65% y, también, de dos particulares, William Vélez, el zar de las basuras, y los hermanos Daes, dueños de Tecnoglass, la vidriera puesta ayer en el ojo del huracán por la estadounidense Hindenburg Research, en un 35%. La Sociedad de Activos Especiales que administra la Triple A, valorada en unos US$500 millones, inició en marzo un proceso cerrado, donde no le dio cabida a ningún particular. Varios banqueros de inversión intentaron en vano participar en el negocio. Es una mala copia de la compra que hizo Ecopetrol de ISA. La diferencia es que la petrolera pagó $14 billones en cambio Alumbrado Público, cero. Vélez y los Daes engrosaron su patrimonio en más de $682.000 millones, con la anuencia del presidente Duque y del alcalde Pumarejo sin poner hoy un centavo.
La siguiente es la investigación públicada el 12 dediciembre de 2021 por Primera Página.
Por Héctor Hernández Murcia
Barranquilla.- “Termina así un capítulo oscuro en la historia de la ciudad, que en menos de dos décadas había pasado de tener el 85% a menos del 15% de las acciones de (la Triple A) la empresa encargada de prestar los servicios de Acueducto, Alcantarillado y Aseo de Barranquilla y 14 municipios del departamento del Atlántico”.
Con este mensaje aplaudieron y se llenaron de regocijo y de sonrisas perennes todos los presentes del acto del pasado tres de diciembre, mediante el cual el presidente de la República, Iván Duque Márquez, les está entregando la Triple A, una compañía que puede valer, mal contados, unos US$500 millones, a Alumbrado Público Barranquilla (Apbaq), una empresa de economía mixta.
El “regalo” de casi $2 billones de Duque no tendría nada de extraordinario y podría pasar desapercibido si hubiese sido un negocio de Estado, entre la Nación y el Distrito Capital de Barranquilla. El problema es que entre los dueños de Apbaq no sólo aparece la Alcaldía de Barranquilla sino dos particulares, William Vélez, el zar de las basuras y de la infraestructura, y los hermanos José y Christian Daes, dueños de la vidriera multinacional Tecnoglass, puestos en el ojo del huracán por la estadounidense Hindenburg Research, que hizo una investigación en donde se exponen muchas de las denuncias que viene haciendo hace varios años Primera Página.
El Gobierno nacional se negó a adelantar un proceso competitivo para vender la Triple A. Fue un trámite secreto. Incluso Primera Página el pasado 23 de octubre pidió información a la Sociedad de Activos Especiales (SAE), adscrita al Ministerio de Hacienda y a cargo de la Triple A por un proceso de extinción de dominio de la Fiscalía General de la Nación, y nunca quisieron dar razón.
El Distrito Capital de Barranquilla es dueño de Alumbrado Público en un 65%, pero el restante 35% pertenece a Vélez y a los Daes. Y la Nación al cederle la Triple A a Apbaq, le está entregando a Vélez y a los Daes el 35% de la empresa barranquillera dedicada al Acueducto, el Alcantarillado y el Aseo no sólo de la capital del departamento del Atlántico sino de 14 municipios más, entre ellos Soledad. Ni Vélez ni los Daes tienen que poner hoy un solo centavo.
PAGO A PUNTA DE FUTURAS GANANCIAS
El Heraldo reseña que en este proceso se utilizará el mecanismo de venta anticipada, “a partir de la cual la enajenación se irá pagando con parte de las utilidades futuras”, según explicó el gerente de Ciudad, Carlos Acosta.
Si la Triple A valiese US$500 millones (unos $1,95 billones), como creen algunos especialistas, el 35% de ella (US$175 millones, unos $682.000 millones) pasa a manos automáticamente de Vélez y los hermanos Daes, muy cercanos de la familia Char.
“A comienzos de este año el alcalde Jaime Pumarejo pidió el apoyo del presidente de la República, Iván Duque y, con ese concurso, en marzo le propuso a Andrés Alberto Ávila, director de la SAE (Sociedad de Activos Especiales, del orden nacional) un memorando de entendimiento y un acuerdo de confidencialidad para “avanzar en la adquisición””, relata la Alcaldía de Barranquilla en su portal web.
Ahora se entiende mejor por qué la SAE no le quiso dar cabida a ninguna compañía particular interesada. Hasta empresas extranjeras tenían puesto su radar en la Triple A. Varios banqueros de inversión intentaron en vano participar en el negocio.
MALA COPIA DE LA COMPRA DE ISA
Se puede decir que es una muy mala copia de la compra que hizo Ecopetrol de Interconexión Eléctrica S.A. (ISA). La diferencia es que la petrolera pagó $14 billones en cambio la sociedad Alumbrado Público de Barranquilla no desembolsó ni un solo centavo. Vélez y los Daes engrosaron automáticamente su patrimonio en más de $682.000 millones, con la anuencia del presidente Duque y del alcalde Jaime Pumarejo Heins. Con la cédula entraron los dos particulares. Todo dependerá de un acaso, que la Triple A genere utilidades. Y en ninguna parte se dice cuánto vale la operación. Porque si van a pagar a futuro, debería saberse en cuánto fue valorada la empresa, para saber cuánto es el pago.
Por eso Ávila ni se sonrojó con el regalo, pues, según un comunicado de la Alcaldía de Barranquilla, “señaló que se trata de un proceso que cumple con todas las garantías legales”.
Pagar con utilidades futuras es un yo con yo sin mayor esfuerzo, y más si se tiene en cuenta que hoy por inercia la SAE hizo crecer los ingresos de la Triple A 39% durante el tiempo en que la ha estado administrando. “Pasamos de tener $566.000 millones a $789.000 millones en ingresos durante la administración de la SAE”, dijo su director.
LAS CUENTAS ALEGRES
Vean las cuentas alegres que se hicieron públicamente al bendecir el presidente Duque la adquisición por parte de Apbaq de la Triple A: “Gracias a las gestiones del alcalde Jaime Pumarejo Heins, el Distrito pasa de tener el 14,5% de la empresa a ser el accionista mayoritario con el 65%”, señala la Alcaldía de Barranquilla.
Entonces celebran a gritos que el Distrito Capital de Barranquilla ya no tenga el 14,5% sino 65%. O sea, se celebra que el Estado pase a tener 65%.
Pero esa alegría no cuadra. La Alcaldía de Barranquilla tenía el 14,5%, pero el restante 85,5% lo tenía la SAE, a cargo de la Nación, a raíz de la extinción de dominio decretada en octubre de 2018 por la Fiscalía General. La Triple A se la quitaron a Inassa de España. Es decir, el Estado hasta el pasado 3 de diciembre, cuando se formalizó el acuerdo entre la Nación, la Alcaldía de Barranquilla y la Apbaq, tenía el 100%.
Se echa pólvora porque la participación estatal pasó del 100% de la Triple A al 65%. Y a cambio no recibió un solo peso. Todo dependerá de futuras utilidades.
“Nos dimos a la tarea, sin pausa, de recuperar este patrimonio de los barranquilleros, sin afectar el presupuesto distrital ni comprometer otros recursos ni ofrecer garantías bancarias”, señaló el mandatario Pumarejo.
Sí, se recuperó el patrimonio de los barranquilleros en la Triple A y llegó al 65% y la Nación perdió por completo el 100% de ese patrimonio y no recibió ni un peso. Y el Estado, a través de la alcaldía barranquillera, se quedó apenas con el 65%, perdió el 35% de ese patrimonio y se lo entregó a particulares.
LA BENDICIÓN DE DUQUE
Pero para que quede registrado en la historia, el primer mandatario se refirió a este solemne acuerdo y afirmó: “le cumplimos a Barranquilla”.
Según el portal de la Alcaldía de Barranquilla, “el presidente de la República expresó que este es un modelo gana gana ciudad-Nación”.
“Lo que nosotros queremos es que la Triple A vuelva a Barranquilla para convertirse en un tesoro y que se cuide como un tesoro, con total independencia fiduciaria de cualquier injerencia de carácter político. Que sea una junta directiva con gran conocimiento en la materia, independiente, cuyo único y principal propósito sea el interés fiduciario de la compañía”.
“Y una invitación: que esta sea una empresa que se posicione como un recurso de todos los barranquilleros y atlanticenses. Esa es nuestra apuesta. Nuestro papel es que haya un propósito de ciudad. La Triple A puede volver a la ciudad y ser ejemplo de gestión. Que esta sea la Triple A del futuro acorde con una ciudad que hoy se presenta ante los ojos del mundo que es digna de admirar y que muestra por qué es polo de desarrollo en Colombia”, dijo Duque.
“La operación se concretó a través de la empresa Alumbrado Público de Barranquilla, Apbaq, que tiene experiencia como ejecutor de la modernización del alumbrado público con luces led en toda la ciudad, la transición hacia energías renovables, y nuevas apuestas como la empresa de energía solar que generará para todos los edificios públicos de la ciudad”, dice el portal de la Alcaldía.
LOS PRIVADOS EN EL ALUMBRADO PÚBLICO
En enero de 2017 la Silla Vacía, bajo el título “Los Súper Poderosos del Alumbrado Público de Barranquilla”, expuso lo siguiente sobre Apbaq:
“En esta empresa de economía mixta ganan dos súper poderosos grupos de empresarios: el del zar de las basuras en el país, el antioqueño William Vélez y el de los hermanos Christian y José Manuel Daes, megacontratistas del alcalde Álex Char.
“Vélez tiene en ese negocio a tres de sus empresas, dos de la cuales hacen parte del emporio empresarial Grupo Ethus y la otra compañía que participa y que no es de su propiedad ha sido socia de sus empresas en otros negocios.
“Y los Daes tienen el 20% de participación con su empresa Alutrafic Led S. A. S. “Esta sociedad recibirá el 18 por ciento de lo recaudado anualmente por impuesto de alumbrado público de Barranquilla, que en los últimos cinco años ha sido una cifra entre los 35 mil y 39 mil millones de pesos”.
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