Por Héctor Hernández Murcia
Bogotá. –La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) anunció la apertura de una investigación contra Bavaria, la cervecera de propiedad de AB Inbev, multinacional con sede principal en Lovaina, Bélgica, y en la que tienen participación accionaria miembros de la familia Santo Domingo.
La investigación administrativa de la Superindustria, anticipada por Primera Página, busca establecer si Bavaria adelantó prácticas comerciales restrictivas de la competencia, o actividades antitrust.
Específicamente, la actuación de la Súper tendría que comprobar si la cervecera colombiana desde que su control pasó de SABMiller a AB Inbev aumentó de manera exponencial la celebración de acuerdos de exclusividad con las tiendas y minimercados de barrio, para que éstas sólo vendieran productos de Bavaria y así impedir tener competencia.
La apertura de la investigación de la SIC fue como respuesta a una denuncia que presentó hace cerca de cuatro años Central Cervecera, de la Organización Ardila Lulle.
Vale la pena señalar que si la investigación de la SIC llega a terminar en sanción, se le podría imponer a Bavaria una multa de hasta casi $1 billón, si se aplica la poco publicitada ley 2195 de este año.
Esta ley, que es la nueva Ley Anticorrupción, contempla que la SIC, en casos de prácticas comerciales restrictivas de la competencia, puede imponer la más alta entre estas tres opciones: una, que sume 100.000 salarios mínimos legales mensuales ($100.000 millones); dos, que sea el 20% de los ingresos del año anterior a la sanción; y tres, que sea el 20% del patrimonio registrado el año anterior a la multa.
Para el caso de Bavaria, si la investigación terminase este año y en multa, la opción como máxima sanción sería la dos, dado que sus ingresos fueron el año pasado de $4,9 billones. O sea el 20% de estos llegarían a $980.000 millones. Detrás quedaría la opción tres, pues el 20% de un patrimonio de $3,8 billones, como fue el de la cervecera en 2021, suma $760.000 millones. Y la menos opcionada sería la uno.
Hay que decir que esta investigación de la SIC es de carácter administrativo, pues actúa para defender los intereses de la ciudadanía en general que se puede ver perjudicada ante prácticas comerciales restrictivas de la competencia.
Previamente por los mismos hechos, arrancó una disputa por competencia desleal. Hay que decir que a diferencia de la actuación administrativa, en este caso se vela por los intereses de un particular frente a otro, o de una empresa frente a otra.
El punto es que la misma Superintendencia actuó como juez civil de primera instancia ante una demanda por competencia desleal que presentó Central Cervecera contra Bavaria por haber aumentado inusitadamente los pactos de exclusividad con los tenderos, para bloquear el crecimiento de la nueva cervecera.
La Superintendencia condenó a Bavaria, pero en segunda instancia, el Tribunal Superior de Bogotá revocó lo fallado por la SIC. Hoy está el caso en manos de la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia.
En los dos casos, el administrativo y el jurisdiccional, se ha ventilado de fondo que Bavaria tiene una alta participación de mercado, no menor del 95%, por lo cual tiene una posición dominante en el mismo.
Según esgrime Central Cervecera, los pactos de exclusividad de Bavaria pasaron de 35 a 7.521, de 31 de diciembre de 2016 a 31 de diciembre de 2017, lo que representa un aumento de 21.488%. Y a 28.204, a 31 de diciembre de 2018, lo que representa un incremento, con respecto al 31 de diciembre de 2017, de 37,5% y del 80.583% con respecto al 31 de diciembre de 2016. Hoy en día superan los 30.000 pactos de exclusividad.