Por Juan Munévar R., enviado especial
Santiago de Cali.-María Ángela Penagos, presidenta de Finagro, el fondo para la financiación del sector agropecuario, buscará un crédito con el Banco Mundial a largo plazo, entre 15 y 20 años, que junto con el que busca el Ministerio de Agricultura, ronda los US$200 millones.
A comienzos del año, la ministra de Agricultura, Cecilia López Montaño, señaló que el Gobierno estaba en la negociación con el Banco Mundial de un crédito de US$50 millones. Sin embargo, dos meses después, López Montaño aseguró que la negociación se elevó a los US$200 millones.
La ministra además subrayó que la negociación no es solo del crédito sino que también busca se un asesoramiento de tres modelos para acelerar los procesos productivos del campo colombiano.
López adicionalmente indicó que parte de los recursos (de los US$200 millones, casi un billón de pesos) serán para Finagro como fondeo para aumentar la cartera y dar más acceso al crédito de los agricultores.
Al respecto, Primera Página en una conversación con la presidenta de Finagro, María Ángela Penagos, señaló: “Estamos explorando una operación de crédito para diversificar fuentes de fondeo. Nuestra principal fuente actualmente es la inversión forzosa de los depósitos de corto y claro plazo de los ahorradores (…) Esa fuente es muy precisa y estable en el tiempo, no obstante, como se va solucionando la falla de mercado y los bancos empiezan a entrar en el sector agropecuario, puede disminuir”.
Agregó: “Desde Finagro estamos buscando rescatar más el rol de banca de desarrollo y no ser solo una fuente de fondeo. Sí queremos hacer varias cosas, entre las que están todo el cambio para la transición energética y para eso Finagro si necesita diversificar sus fuentes”.
Puntualizó: “Todo el trabajo de Finagro se va para el crédito. Lo que hemos hablado con la ministra (de Agricultura, Cecilia López) es que para darle más robustez a Finagro y de tener diversas opciones de fondeo, puede ser con una operación multilateral”.
Subrayó: “No se ha tomado ninguna decisión, dependemos del Ministerio de Hacienda (teniendo en cuenta que Finagro es parte del Grupo Bicentenario) y dependerá si el fondeo es más barato. Si es más costoso y no podemos trasladar un beneficio a los productores, no se toma la operación”.
Agregó: “Hemos iniciado conversaciones con el Banco Mundial pero hasta el momento no hay ningún acuerdo. Se está analizando la propuesta de que Finagro debe diversificar sus fuentes de fondeo y se hará en la medida que sea un beneficio para los productores”.
Precisó que si bien el Ministerio de Agricultura busca una operación que será luego pagada con los recursos de la Nación, el fondeo de Finagro será pagado por la misma entidad. “Es una fuente de fondeo para créditos de fomento. La otra operación es a la Nación con cargo al Presupuesto General que inicialmente se estaba pensando para el tema de insumos pero ahora es para algo mucho más integral (….), eso ya le corresponde al ministerio”.
Sostuvo que la negociación del crédito es a largo plazo, entre unos 15 y 20 años teniendo en cuenta los cambios que se esperan hacer en las líneas de financiación para los agricultores, acorde a los ciclos de siembra e impactos ambientales.
Sobre la cobertura, dijo que la cobertura en créditos corresponde a un 11% del Producto Interno Bruto de la agricultura colombiana, que en el 2021 fue de unos $87,4 billones, es decir, la financiación, teniendo en cuenta la cifra post pandemia, sería de unos $9,6 billones.
“La profundización del redescuento con los recursos de Finagro de alrededor del 11% del PIB agropecuario. Sigue siendo muy bajito, tenemos que crecer más. Eso es el crédito a los pequeños productores. Aún tenemos una cobertura muy bajita. El problema es que no tenemos un referente de cuál es la demanda potencial. Uno debería esperar que el crédito de redescuento esté entre el 20% y 25% del PIB agropecuario”, precisó Penagos.
Desafíos para la financiación del sector agropecuario
La presidenta de Finagro, María Ángela Penagos dijo que “el primer desafío que tiene Finagro es el comportamiento de las tasas de interés. Si es muy alta, el IBR (Indicador Bancario de Referencia) igual. Nuestra tasa tope es del IBR + 6,8%. Por eso, cualquier coyuntura económica que obligue a un incremento de tasas nos impacta directamente, afectando el crédito agropecuario”.
Puntualizó: “Con la bajada de los seis puntos de la inflación en Estados Unidos, sumado a la desaceleración del crecimiento del IPC general y de alimentos en Colombia, parece indicar que estamos en un punto de quiebre y eso da más herramientas para un tope en el ciclo de aumento de tasas por parte de los miembros de la Junta del Banco de la República”.
Finalizó: “Si el Banco de la República baja las tasas, nosotros desde Finagro también podemos hacerlo para el crédito de fomento a los productores. Juzgar a la Junta es complicado, pero yo siento que tenemos que empezar a mirar cómo hacemos para que no suban más los tipos del sector agropecuario. Si sube mucho, tarde o temprano puede haber una contracción de la oferta, eso si es grave, la gente deja de sembrar, sumado al impacto de la ola invernal y a los costos altos de los insumos”.
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