SuperIndustria inició formalmente estudio de pre-evaluación de integración de Tigo-UNE y Movistar (puede tomar hasta tres meses)

SuperIndustria inició formalmente estudio de pre-evaluación de integración de Tigo-UNE y Movistar (puede tomar hasta tres meses)

Bogotá. – Las compañías Colombia Móvil S.A. (Tigo-UNE) y Colombia Telecomunicaciones S.A. (Movistar) manifiestan que su propuesta integración empresarial no causará problemas de restricciones a la competencia en el país, entre otros, porque  permitiría contrarrestar de manera más eficiente la posición dominante de Comunicación Celular S.A. (Comcel) y el sello Claro.   

Cabe recordar que el pasado 16 de julio la luxemburguesa Millicom (dueña de Tigo-UNE, junto a EPM) acordó comprarle a la española Telefónica el 67,5% que esta posee en Colombia Telecomunicaciones S.A., por un monto cercano a US$400 millones.

Por tanto, como consecuencia de la transacción, Millicom adquirirá el control competitivo y corporativo sobre Movistar Colombia , lo que dará como resultado un ente integrado.     

El estudio que acaban de presentar las firmas a estudio de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) indica que su integración empresarial creará un competidor en Colombia con mayor fortaleza para enfrentar a Comcel (Claro).  

Y entre otros indica que ya en el 2009  la  Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC), determinó  que Claro tiene una posición dominante en el mercado de voz saliente.

Por tanto, la empresa Comcel, que es controlada por la mexicana América Móvil (del magnate Carlos Slim), cuenta con la capacidad de explotar mayores economías de escala que los competidores.

Cabe señalar que Movistar y Tigo-Une tienen cada una 20% del mercado de comunicaciones móviles en Colombia, pero reconocieron que ningún competidor ha sido capaz de contrarrestar el dominio de Claro.

Por ejemplo, en el 2011, tras una revisión a las condiciones de competencia del mercado saliente de voz, la CRC dijo que el tamaño relativo de Comcel en el mercado en términos de usuarios, tráfico e ingresos fue superior al 60% en cualquiera de los indicadores utilizados.

En relación con el tamaño absoluto del mercado,  observó también que Comcel cuenta con la capacidad de explotar mayores economías de escala que los competidores.

La autoridad igualmente identificó barreras a la entrada de un nuevo proveedor de tipo tecnológico, económico legal y administrativo en el corto o mediano plazo, así como algunas fallas de mercado relacionadas con las externalidades de red.

La CRC también constató la incidencia de  Comcel sobre las decisiones en el mercado y de los usuarios en particular.  

Integración aún beneficiosa  

“A pesar de las diversas medidas regulatorias implementadas por la CRC, diseñadas para fomentar la competencia y contrarrestar el dominio de Claro, y garantizar la transparencia de los precios y el acceso equitativo a la infraestructura, el dominio sostenido de la misma, aunado a la falta de competidores que tengan una capacidad real de contrarrestar el excesivo poder de mercado del dominante, evidencia que las medidas implementadas no han tenido el efecto deseado de modificar las dinámicas competitivas del mercado de telecomunicaciones”, anotan Tigo-UNE y Movistar.

Las empresa agregan que aunque las autoridades sectoriales han reconocido esa dinámica y la necesidad de reformas para mejorar las condiciones y fomentar una competencia más efectiva, las distintas resoluciones de la CRC han reforzado la participación sustancial de mercado de Claro; y no han reducido de una manera efectiva las barreras de entrada que enfrentan los jugadores potenciales, como lo demuestran las cuotas de mercado.  

“Otra demostración puntual de la ineficacia de la regulación, es que Claro ha podido, durante años, obstruir el uso de sus instalaciones esenciales (la red más grande y robusta de telecomunicaciones del país), por parte de sus competidores, especialmente de los Operadores Móviles Virtuales (OMV), como WOM”, añaden.

Con todo, agregan, que si bien se han implementado esfuerzos regulatorios para promover un panorama más competitivo, el dominio duradero de Claro pone de relieve las complejidades de lograr una competencia significativa en el sector de las telecomunicaciones colombiano.

Manifiestan además que el mercado sigue mostrando signos consistentes de mayor concentración del poder dominante en toda la cadena de valor, lo que subraya la necesidad de estrategias regulatorias nuevas y adaptables que realmente puedan nivelar el campo de juego para todos los actores involucrados en el mercado de las telecomunicaciones en Colombia.

“A pesar de los intentos de fomentar la competencia a través de marcos regulatorios diseñados para nivelar el campo de juego, y a pesar de importantes inversiones en infraestructura y espectro realizadas por los competidores, la realidad es que la sustancial participación de mercado de Claro, que supera el 50% en muchos casos, no ha sido contestada de manera efectiva por los actores existentes, lo que pone de relieve las barreras persistentes que enfrentan tanto los competidores incumbentes como los entrantes.

La dinámica competitiva en este sector subraya aún más la percepción de que Claro seguirá siendo el jugador dominante, incluso tras la integración Tigo-UNE-Movistar”, acotan.

Y si bien estiman que dicha integración puede crear un competidor más fuerte, es evidente que, a partir de los datos de participación de mercado, la ventaja de Claro seguirá siendo sustancial, evitando que, como resultado de la transacción Tigo-Une-Claro surja una nueva entidad dominante.

Por tanto, reiteran que su integración no generará restricciones de competencia, más si se tiene en cuenta que las dos empresas (autorizadas por la SIC) ya comparten sus redes de acceso móvil y  estrategias para el despliegue de nuevas tecnologías en Colombia.

“En última instancia, aunque es poco probable que la transacción altere en el corto plazo el dominio de Claro, la integración propuesta presenta una oportunidad única para que nazca un competidor que tenga la capacidad real y efectiva de: (i) desafiar la dominancia de Claro; (ii) expandir la red que históricamente se ha puesto a disposición de los entrantes OMV (los cuales aumentarían inmediatamente su huella geográfica); y (iii) mejorar sustancialmente el bienestar de los consumidores, quienes tendrían la opción de contratar con un Prst distinto a Claro (sea el OMR resultante o los OMV que continuarán interconectados a las redes combinadas de Tigo-Une y Movistar), pero con una cobertura geográfica equiparable”, acotan.

No obstante, según el análisis de Tigo-UNE, si las autoridades avalan la transacción, estas enseñas consideran que podrán enfrentar a Claro competidor en mejor posición que la actual.

Empero, la SIC para avalar la integración debe analizar otros segmentos del mercado en el que participan Tigo-Une y Movistar, ente otros, internet, televisión y datos.

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