Los Ángeles (California).- El modelo de una empresa Cocinas Ocultas, que adquirió en Colombia en el 2019, ha servido al magnate Travis Kalanick para construir una grupo de alimentos y artículos en Latinoamérica y otras regiones.
De esta manera, el empresario — quien también es cofundador de la aplicación de transporte Uber — busca capitalizar el mercado del comercio electrónico.
Y es que ha expandido rápidamente la marca Cloud Kitchens, con sede en territorio gringo, levantando instalaciones durante los últimos tres años en Latinoamérica y como parte de un intento por edificar una comunidad mundial de centros de suministro de alimentos, aprovechando la experiencia en la aplicación de transporte.
Junto con la empresas de cocinas ocultas, el empresario compra propiedades para usarlas como área para organizar la oferta o recoger comida para llevar a domicilio.
Kalanick lanzó además Pik N’Pak, que vende artículos como alimentos para mascotas y medicamentos, en casi 50 áreas donde opera Cloud Kitchens en Estados Unidos; y en 11 ciudades de Brasil, México y Colombia.
Al igual que con las operaciones de la cocina, las empresas de aplicaciones de suministros locales envían los artículos a los clientes.
Además de Cocinas Ocultas (Colombia), el avance de Cloud Kitchens en la región ha sido impulsado por la compra de la empresa mexicana Nano, por US$20 millones.
Además del país cafetero, Cloud Kitchens opera en Brasil, Perú, Costa Rica, Panamá, Chile y Ecuador.
En México, funciona como Digital Kitchens y en Brasil como Kitchen Central.
Trayectoria ascendente
En el 2017, Kalanick renunció a su cargo de consejero delegado en Uber, pues surgieron informes sobre una cultura empresarial presuntamente agresiva, de abuso verbal y discriminación que no solo habría sido ignorada sino alentada por la dirección.
Después de que cinco de los principales inversionistas de Uber, entre ellos Bill Gurley, exigieron en una carta que dimitiera, inmediatamente lo hizo, aunque conservó su puesto en el Consejo de Administración.
En diciembre del 2019, Kalanick vendió las últimas acciones que le quedaban y dejó Uber para centrarse en los nuevos negocios y esfuerzos filantrópicos.
Se estima que solo con sus acciones en la aplicación de transporte el magnate ganó US$2.500 millones.
Posteriormente, puso en marcha el fondo de riesgo 10100 y la compañía de finca raíz City Storage Systems (CSS), que sirve de matriz a Cloud Kitchens para operar y alquilar los espacios de cocinas y ofrecer los servicios de entrega a los restauranteros que quieren lanzar negocios de entrega de comidas a domicilio.
Foco en las marcas
En detalle, el foco de CSS es adquirir activos inmobiliarios en desuso (garajes, parqueaderos, fábricas, centros comerciales abandonados y convertirlos en espacios para las empresas de sectores como el comercio electrónico o delivery).
En particular, la idea detrás de Cloud Kitchens es permitir a los restauranteros abrir pequeñas sedes destinadas al reparto a domicilio, y hacerlo con una mínima inversión de tiempo y dinero.
Bajo la marca, Cloud Retail, el objetivo de Kalanick es ofrecer a las empresas de comercio electrónico bodegas de proximidad y así gestionar más ágilmente los pedidos.
Espacios especializados
Las cocinas ocultas o cocinas a puertas cerradas, restaurantes ‘fantasmas’ o ‘dark kitchens’ son espacios industriales especializados en la preparación de alimentos exclusivamente para el servicio de domicilio; es decir, toda la comida preparada sólo puede ser consumida en otros lugares; a diferencia de los restaurantes tradicionales en locales con servicio de domicilio, que brindan ambas opciones.
Es común ver los restaurantes preparar comida tanto para sus comensales como para los pedidos a domicilios que crecen a diario, actividad que requiere de un gran número de personal, mayor espacio y gastos, por lo que los restaurantes se están quedando cortos en su capacidad instalada y han ido adaptándose a la creciente demanda.
Por eso, desde hace algunos años, el modelo tradicional de domicilio está cambiando y se creó un modelo de negocio con las cocinas ocultas.
El valor de inversión inicial es hasta un 80% menor al modelo tradicional; las marcas obtienen ahorros significativos; no tienen que pagar meseros y otros egresos derivados de un servicio en restaurante; y en el caso de las modalidades de alquiler los precios son muy económicos al estar en una economía colaborativa
Como los establecimientos no son abiertos al público, se puede implementar la producción desde lugares centrales a un menor costo de alquiler, para cubrir la oferta en diferentes puntos de una ciudad.
Con información de Financial Times, Businesslend.com e Inventtogroup.com.
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