Medellín.- El próximo martes 16 de enero, y por tercera vez en menos de 30 días, los accionistas de Grupo Sura se reunirán para dar continuidad a la disputa en torno a la elección de la Junta Directiva de la compañía, que se da en medio del acuerdo entre los Gilinski (y sus socios árabes) con el Grupo Empresarial Antioqueño, para repartirse Nutresa, Argos y Sura.
Con esto, el cambio de Junta Directiva de Sura se definirá el próximo martes a las 6:30 a.m.
La sesión comenzó con el anuncio de la inasistencia de Gonzalo Pérez, presidente de Sura quien, según se anunció, está en vacaciones por seis días, por lo que se lamentó por no estar presente y se defendió con la poca antelación con la que fue convocada esta Asamblea (solicitud que se hizo el cuatro de enero por los Gilinski).
Una vez comenzó el desarrollo del orden del día, Jaime Arrubla, presidente de la Junta de Sura, advirtió sobre la falta de planchas para votar la nueva Junta Directiva, que debía hacer llegar Grupo Sura (la administración). La razón que dieron, fue también la poca anticipación con la que se hizo la convocatoria para la reunión de este jueves.
En un primer momento, Sura buscó que se dispensara a la administración por no publicar el informe de análisis de candidatos, que de acuerdo con la normatividad debía hacerse dos días antes de la reunión. En ese momento la tensión se agudizó.
Puja de autoridad
Jaime Gilinski levantó su mano y pidió la palabra, interrumpiendo la intervención de Marianella Pulido, secretaría general (e) de la compañía y de la Asamblea, para expresar su desacuerdo sobre “dispensar” a Sura por no llegar con sus candidatos.
“Me parece muy importante que (el documento) deba ser entregado antes de la asamblea y no estoy de acuerdo”, sentenció.
Ese fue el ariete para que se elevaran las inconformidades sobre el incumplimiento en el que estaba incurriendo Grupo Sura.
Sentado muy cerca de Gilisnki, también intervino el apoderado del accionista Nicolás Polanía, y dijo que “uno tiene unas políticas de Gobierno que deberían ser observadas por los órganos corporativos. En el pasado han sido muy acuciosos en situaciones similares, en otras asambleas convocadas con los mismos tiempos; el Gobierno Corporativo de la compañía ha logrado reunirse, deliberar y entregar a la asamblea de accionistas la información que le corresponde a los administradores suministrar para ejercer su derecho a voto”.
“Por esa razón, en este caso, se debe haber cumplido con el procedimiento del gobierno corporativo”, concluyó. El apoderado del accionista Juan Pablo Amaya se sumó a esta postura.
Jaime Arrubla se defendió: “la premuera, puente festivo, hasta ayer (miércoles) llegaron planchas. No ha sido mala voluntad, ha sido algo extraordinario y todas las circunstancias son extraordinarias”.
Y lanzó el primer gancho: “en vista de que no hay unanimidad, yo le pregunto (directamente a Jaime Gilinski) si continuamos a pesar de no haberse publicado ese informe o si quieren que se publique y suspender la asamblea para otra ocasión”.
“Ustedes mismos que han planteado que no están de acuerdo con la dispensa, les pregunto si continuamos y que quede como un regaño administrativo o, si quieren más bien, que aplacemos la asamblea para cuando podamos cumplir estos términos del Gobierno Corporativo”.
“Como ustedes no aceptaron el dispensar, me piden que concrete la propuesta, pero obviamente no quiero jugar con la agenda de ustedes, señores accionistas”. Ahí se votó la suspensión de la reunión”, dijo Arrubla.
En ese momento apareció, a manera de conciliador, Carlos Ignacio Gallego, presidente de Nutresa (en la cual Gilinski no ha podido tomar control a través de la Junta Directiva), pidió votar el aplazamiento, que fue acogido por el 99% de las acciones presentes en la Asamblea.
A la reunión llegaron 450,7 millones de acciones, 96,58% de los títulos en circulación.
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