Por Héctor Hernández M.
Bogotá.- Esa mañana del pasado 20 de marzo, después de terminada la asamblea de accionistas de Corfi, o Coficolombiana, o Corporación Financiera Colombiana, su presidenta, María Lorena Gutiérrez Botero, me aconsejó que asistiera a la asamblea de accionistas del Grupo Aval porque iba a haber grandes noticias.
El tapabocas no me sirvió de nada. Hacia el mediodía de ese miércoles una gripa me tomó por asalto y me mandó a la cama sin ninguna compasión. Nunca tuve idea de las buenas nuevas. Además, no quería saber ni cuál era mi nombre.
A los dos días empecé a reincorporarme y me enteré que el reconocido banquero Luis Carlos Sarmiento Angulo daba un paso al costado en el manejo de su grupo, Aval, que su hijo, Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez, pasaba a ser el presidente de la Junta Directiva del conglomerado y que la nueva presidenta ejecutiva de Aval era María Lorena Gutiérrez. Así lo registró Primera Página, como los demás medios de prensa del país.
María Lorena Gutiérrez, presidenta del Grupo Aval.
En medio del malestar que no me quería dejar en paz observé que la prensa hasta el Domingo de Ramos había tratado con algún relieve lo ocurrido en Aval, pero no pasó a mayores. No hubo portadas de revistas ni grandes informes ni reportajes sobre la trascendencia de lo ocurrido.
Vino la Semana Santa y toda Colombia se desconectó. La semana de Pascua fue tomada por el rumbo de las reformas laboral, pensional y, en especial la de la salud. Que se hunden, que no… A que te cojo ratón, a que no gato ladrón… Y en esos ires y venires intervinieron algunas EPS, se anuncia la posibilidad de acudir a una Asamblea Constituyente y el apagón marcha con pasos de animal grande.
Lo ocurrido en el gran salón del Banco de Bogotá en la tarde del 20 de marzo, donde se realizó la asamblea del Grupo Aval, pasó a ser un periódico de ayer sin la certeza de su impacto sobre la historia económica del país.
El retiro del banquero Sarmiento Angulo se venía cocinando y en cierta forma él mismo lo estaba buscando, dados sus 92 años. La llegada de Sarmiento Junior a la presidencia de la junta de Aval, era un movimiento que quedaba en familia.
Luis Carlos Sarmiento Angulo (papá) y Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez (hijo).
Pero la llegada de una mujer a la cabeza del Grupo Aval nadie lo tenía en el radar. Es la primera vez en Colombia que un conglomerado económico de enorme calado nombra a una dama como su máxima cabeza.
Y esto conlleva otro hecho trascendental para la historia empresarial del país: que la mujer sea ajena a la familia dueña del grupo, lo que constituye en el primer paso para que en el proceso de sucesión empiecen a entregarle el manejo de las riendas de la organización a terceros, en una decisión de gobierno corporativo en la que estuvo detrás, de seguro, el máximo dueño, Luis Carlos Sarmiento Angulo.
A María Lorena Gutiérrez le pusieron bajo sus hombros una responsabilidad muy grande: manejar equilibradamente los intereses de todos y de cada uno de los accionistas del Grupo Aval, es decir de cada uno de los cinco hijos y de los 11 nietos de Sarmiento Angulo, además de los de los accionistas minoritarios que son ajenos a la familia.
LA MUJER EN EL PODER
El único antecedente de una mujer en el gran poder es el de Leonor Montoya Álvarez, que fue presidenta de Valores Bavaria (hoy Valorem) del Grupo Santo Domingo. Pero dicha institución no ha tenido la importancia ni la trascendencia sobre los demás negocios del citado grupo como sí lo tiene hoy Aval.
El Grupo Aval es el brazo de los negocios financieros y de infraestructura. Controla los bancos de Bogotá, Occidente, Popular y Av Villas, así como la administración del Fondo de Pensiones y Cesantías Porvenir.
Igualmente, Aval está a cargo de Corfi, la corporación financiera que ha manejado el negocio de infraestructura, de gas (Promigas) y de hotelería (Hoteles Estelar), entre otros. Precisamente, en el tema de infraestructura el escándalo de Odebrecht alcanzó a afectar a Aval, en la época en que el presidente de Corficolombiana era José Elías Melo (hoy privado de su libertad), pero el grupo logró un acuerdo con la autoridad bursátil de los Estados Unidos, la SEC.
Es el segundo acuerdo con las autoridades de E.U. del banquero Sarmiento Angulo. A finales de los ochenta hizo el primero por situaciones que se presentaron en el Banco de Occidente de Panamá. Hoy su relación con Estados Unidos es sólida. El Banco de Bogotá y el propio Grupo Aval cotizan en la Bolsa de Valores de Nueva York. Y en dos ocasiones Luis Carlos Sarmiento Angulo ha tocado la campana en Wall Street. Hoy él se la pasa más en Nueva York que en Bogotá.
El Grupo Aval también tiene presencia en Centroamérica, pues en 2010 terminó por comprar el grupo financiero BAC-Credomatic.
Al 31 de diciembre de 2023, el patrimonio atribuible a los accionistas del Grupo Aval fue de $16,78 billones, mostrando un incremento del 1.9% frente a igual fecha de 2022, cuando su patrimonio era de $16,47 billones.
Pero Sarmiento Angulo tiene otros negocios y holdings dedicados unos, por ejemplo, a la construcción de vivienda, con el que a finales de los años cincuenta, junto con la construcción de acueductos e infraestructuras de pequeños municipios, empezó a armar su fortaleza empresarial.
HIJAS Y BARRIOS CONSTRUIDOS
¿Se acuerdan de estos barrios: Villa Claudia, Villa Adriana, Villa Luz y Villa Sonia? Pues tienen el nombre de sus cuatro hijas: María Claudia, Adriana, Luz Ángela y Sonia. Esos barrios fueron construidos por Luis Carlos Sarmiento con la financiación, bajo el esquema del Upac, de la Corporación de Ahorro y Vivienda Las Villas, hoy banco. El tema de vivienda lo maneja con Adminegocios, que también controla Seguros Alfa, fundada en 1972.
Las otras organizaciones empresariales son, precisamente, Gestora Adminegocios, con un patrimonio a diciembre de 2022, según Losdatos.com, de $4,03 billones; Inproico, con $3,32 billones; Sosacol, con $3,11 billones; e Indicomersocios, que tiene un patrimonio de $2,9 billones. Junto con el de Aval, el patrimonio suma $30,31 billones (a la Tasa Representativa del Mercado de hoy son US$7.763 millones). En los números, increíblemente, pesa muy poco la Organización Luis Carlos Sarmiento Angulo (Olcsal).
En estas cuentas no entran las inversiones líquidas que maneja en Nueva York su nieto Julio Rojas Sarmiento, a través de una oficina llamada Cordillera. Tampoco aparecen dos empresas que tienen asiento en México.
Son por lo menos 130 las empresas que hacen parte de la fortaleza empresarial del reconocido banquero y constructor.
SARMIENTO ANGULO
Luis Carlos Sarmiento Angulo es ingeniero civil de la Universidad Nacional y es uno de los fundadores de la Escuela de Ingenieros, por lo cual hace poco fue homenajeado por esta universidad. Está casado con Fanny Gutiérrez y tiene cinco hijos: Luis Carlos, Adriana, Sonia, Luz Ángela y María Claudia Sarmiento Gutiérrez. Unos estudiaron sus carreras en Estados Unidos, en especial en las universidades de Miami, Cornell y Princeton, y otros en Bogotá, en la Universidad de Los Andes. Y tiene 11 nietos, siete de los cuales trabajan en sus empresas.
A la opinión pública han trascendido solo tres nombres de nietos por su vinculación con el Grupo Aval. Aunque hoy son solo dos, porque Julio Rojas Sarmiento, como ya se dijo, está radicado en Estados Unidos.
LOS QUE VIENEN EMPUJANDO
Él es hijo de Sonia Sarmiento Gutiérrez y de Carlos Julio Rojas Correa, nieto del general y ex presidente de Colombia, Gustavo Rojas Pinilla. Se considera que Julio Rojas es un gran prospecto para los negocios de su familia. Además de manejar la oficina Cordillera de Nueva York, es también presidente de la junta directiva de Endeabor Colombia, una incubadora de negocios. Hasta hace un par de años fue vicepresidente ejecutivo del Banco de Bogotá. Es un gran conocedor de los temas tecnológicos. Estudió pregrado en la Universidad de Princeton y se graduó de un MBA de la Universidad de Harvard,
Al hablar de tecnología es obligado hacer referencia a su prima, Ana Margarita Albir Sarmiento, Vicepresidente de Estrategia Digital de todo el conglomerado del Grupo Aval y presidenta de Aval Digital Labs (ADL), una plataforma estratégica de empoderamiento digital del conglomerado. Terminó física en el Massachusetts Institute of Technology – MIT e hizo un MBA en la Universidad de Stanford. Trabajó en Mckinsey y Charles River Associate, así como en Acumen y Marine View Ventures. Aún está al frente de un start-up en San Francisco, Moondrop Apps. Ella es la programadora principal. Está enfocada a la educación digital de los niños. Es hija de María Claudia Sarmiento y del nicaragüense Pablo Albir Sotomayor, hoy fuera del país por los problemas que tuvo como presidente de Porvenir.
Ana Margarita Albir Sarmiento.
El otro empoderado ya en el Grupo Aval es Luis Carlos Sarmiento Carvajal, actual vicepresidente ejecutivo de Banca de Inversión de Corfi. Es administrador de empresas de la Universidad de Miami, y tiene una maestría en Administración de Empresas en la Universidad de Cornell. Se ha desempeñado como Analista de Inversión en Merrill Lynch, Asociado de Inversión en JP Morgan. Es hijo de Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez y de María Fernanda Carvajal Sinisterra.
Luis Carlos Sarmiento Carvajal.
LOS HIJOS
De los hijos de Sarmiento Angulo quien más ha trabajado cerca es Luis Carlos (junior), quien en la movida del 20 de marzo quedó como presidente de la Junta Directiva del Grupo Aval, cargo que venía desempeñando su padre. Antes era el presidente ejecutivo del conglomerado, plaza que pasó a manos de María Lorena. Es bogotano estudió Ingeniería Civil en la Universidad de Miami y terminó una maestría de Negocios y Finanzas en la Universidad Cornell. Hace mucho tiempo fue presidente de Cocelco.
Sonia Sarmiento Gutiérrez fue de las pocas que estudió en Colombia, en la Universidad de Los Andes, donde sufrió uno de los peores males que el país aún no ha podido erradicar, pero que en los ochentas era pan de cada día: el secuestro. Casada con Carlos Julio Rojas, como ya se dijo, tuvo tres hijos, uno de ellos es Julio Rojas Sarmiento. Los otros dos también trabajan con la organización, pero se desconocen sus roles.
Julio Rojas Sarmiento.
Adriana Sarmiento Gutiérrez es la mayor de las cuatro hijas de Sarmiento Angulo. Terminó ingeniera industrial en la Universidad de Los Andes y cuenta con una maestría en administración y finanzas de la Universidad de Miami. Ha jugado varios roles hacia el interior del Grupo Aval. Hoy en día es la directora estratégica del Centro de Tratamiento e Investigación sobre Cáncer Luis Carlos Sarmiento Angulo, una clínica con los equipos más modernos para tratar esta enfermedad. “Es el mayor orgullo de mi papá”, dijo en una oportunidad una de sus hijas.
La tercera hija es Luz Ángela Sarmiento Gutiérrez. Vive en Londres. Su esposo es Antonio José Ardila (de la familia Ardila Lülle). Estudió economía y tiene un máster en administración de negocios de la Universidad de Miami. Es la que más está pendiente de la incursión más reciente en medios de Sarmiento Angulo, el diario El Tiempo.
La cuarta hija es María Claudia Sarmiento Gutiérrez. Es la mamá de Ana Margarita Albir, como ya se dijo, y también es una persona muy relacionada con los negocios del Grupo Aval y de las otras organizaciones empresariales.
LOS DE CONFIANZA
Ha sido tradición de Luis Carlos Sarmiento Angulo, cuando hace una adquisición, seguir trabajando con el equipo que estaba al frente. O sea, pocas veces o nunca llega con su propia cuadrilla. Además le encanta trabajar con gente que viene del sector público. Unos de esos casos son Hernán Rincón, que lo dejó al frente del antes público Banco Popular, Alejandro Figueroa y Juan María Rendón del intervenido Banco de Bogotá. La última contratación del sector público fue María Lorena Gutiérrez que venía del gobierno de Juan Manuel Santos.
Pero siempre ha tenido un nombre de extrema confianza. Uno de ellos fue Héctor Vesga Perdomo, quien estudió con él ingeniería civil en la Universidad Nacional de Colombia. Vesga Perdomo murió en enero de 2021 siendo gerente de la Organización Luis Carlos Sarmiento Angulo. Su fallecimiento fue un durísimo golpe para el banquero.
Hoy esa confianza Sarmiento Angulo la tiene depositada en Mauricio Cárdenas Müller, quien se vinculó a la Organización en 1996. Es ingeniero electrónico de la Universidad Javeriana con una especialización en finanzas de la Universidad de La Sabana. Está en las juntas directivas del Grupo Aval y de las instituciones financieras más importantes del conglomerado.
LA NUEVA CABEZA DE AVAL
Bueno, María Lorena Gutiérrez no sólo deberá lidiar con los intereses de los cinco hijos y los 11 nietos de Sarmiento Angulo, como ya se dijo, sino con los socios minoritarios que entraron por sus inversiones en bolsa y con Mauricio Cárdenas, un personaje que tira permanentemente línea sobre el desempeño y futuro de la organización.
María Lorena hoy en día tiene callo: tuvo que manejar al entonces presidente de la República, Juan Manuel Santos, desde cinco cargos muy diferentes y qué más que nunca le tembló la mano para enfrentarse con quien fue superministro y, luego, Fiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez. Ella jamás dio su brazo a torcer, pese a que Santos terció más por el hijo del desaparecido humorista Humberto Martínez Salcedo.
La inquietud que hay desde que María Lorena llegó en 2018 al Grupo Aval, como presidenta de Corficolombiana, es cómo será su relación con Martínez, cuando éste siempre ha sido el abogado de confianza de Sarmiento Angulo. Dicen las malas lenguas que ella nunca habla con él. ¿Cómo se estará resolviendo este jeroglífico?
Lo que sí es cierto es que María Lorena en la administración Santos llegó como una consejera para Asuntos de Gobierno, pasó por la Secretaría General de la Presidencia de la República y por la embajada en Alemania y terminó siendo ministra Minas y Energía y, luego, de Industria y Comercio. Su carrera fue maratónica con Santos, pues arrancó en uno de los comités de su campaña presidencial como una invitada al Comité de Asuntos de Gobierno, que coordinaba Juan Carlos Pinzón (luego ministro de Defensa) hasta terminar siendo doblemente ministra.
María Lorena Gutiérrez Botero es del signo zodiacal Virgo (aterrizada como nadie ya que es del elemento tierra), pues nació un primero de septiembre de 1968. Es ingeniera industrial de la Universidad de los Andes, pero se volvió una experta administradora de empresas hasta el punto de que fue decana de Administración de Los Andes. La razón: tiene una maestría en Administración de la Freeman School of Business, en la Universidad de Tulane (Nueva Orleans, E.U.) y allí mismo alcanzó un Ph.D. en administración con énfasis en finanzas.
Sarmiento Angulo le echó el ojo, además de sus conocimientos de administración, por ser muy hábil en el campo político y una aplanadora en lo técnico y en el campo de la gestión y la ejecución. Tiene claro cómo pasar a la práctica la teoría.
El otro fuerte de María Lorena Gutiérrez es que capotea a los medios de prensa. Sabe cuándo hablar, cuándo callar y cuándo rezar. Llegó a Corfi sabiendo que tenía que librar con los periodistas por el escándalo de Odebrecht.
María Lorena Gutiérrez desde hace un par de semanas está sentada en el potro del Grupo Aval. Y a mí ya se me quitó la gripa y ya la podemos entrevistar sin el temor de que la contagie. Perdón… aaahhhchiii…
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