Bogotá / Washington.- Infortunadamente cuando fallece el miembro de una familia propietaria de cualquier organización empresarial tiene efectos políticos y operativos sobre la misma, que en la mayoría de los casos están previstos jurídicamente.
Hoy la familia del banquero Luis Carlos Sarmiento Angulo está atravesando momentos difíciles a raíz del deceso de su hija menor, Sonia del Rosario Sarmiento Gutiérrez. Y muy seguramente debe tener definida cómo se moverá el conglomerado hacia el interior ya sin su presencia.
Sonia del Rosario fue muy activa hacia el interior de las empresas conformadas por su padre Sarmiento Angulo, un ingeniero civil que se abrió paso, primero, en el negocio de la construcción y, luego, en el mundo financiero.
Su hija menor, arquitecta de la Universidad de Los Andes, estuvo muy vinculada con la construcción y puesta en operación del Centro de Tratamiento e Investigación sobre Cáncer Luis Carlos Sarmiento Angulo (Ctic), que tuvo una inversión de alrededor de $1,5 billones, luego de cerca de diez años de planeación y construcción. Este centro oncológico fue inaugurado a mediados de 2022 y le presta servicios a personas de todos los estratos y de diferentes regiones del país.
Sonia Sarmiento
Además, Sonia Sarmiento tuvo gran reconocimiento por su labor durante varios años como embajadora de Colombia ante la Unesco, en París.
La hija menor del banquero sufrió uno de los peores males que el país aún no ha podido erradicar, pero que en los ochentas era pan de cada día: el secuestro. Esto ocurrió mientras asistía a clases en la Universidad de Los Andes.
LECTORA DE PRIMERA PÁGINA
Muchos piensan que Sonia del Rosario no era muy protagónica en los negocios de su padre. Todo lo contrario. Lo que pasaba era que manejaba un perfil bastante bajo. Es más, desde hace cuatro años pidió tener acceso al servicio financiero de Primera Página, al igual que su padre y su hermano, Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez, pues ella quería estar al tanto de todo lo que pasaba en los sectores financiero, de construcción e infraestructura.
El deceso de Sonia Sarmiento se dio al poco tiempo que el Grupo Aval hiciese una transformación en su gobierno corporativo, como fue la designación de María Lorena Gutiérrez, como cabeza ejecutiva del conglomerado. Llamó la atención esta movida porque, primero, es la primera vez que una mujer se pone al frente de un grupo económico de la magnitud de Aval. Y, segundo, es una movida de gobierno corporativo porque se pone al frente del Grupo Aval a un tercero (a una tercera, en este caso), cuando siempre había estado en manos de Sarmiento Angulo o de su hijo.
Sonia del Rosario Sarmiento se casó con Carlos Julio Ramírez, descendiente del ex presidente de la República, el general Gustavo Rojas Pinilla. Tuvo un único hijo, Julio Rojas Sarmiento. Hace varios años disolvió su relación marital. Por ello, su unigénito debería asumir en su totalidad el peso accionario que tenía su mamá en todas las empresas de Luis Carlos Sarmiento Angulo, incluido el Grupo Aval, a menos que éste haya definido una situación jurídica diferente previamente.
ÚNICO HEREDERO
Julio Rojas Sarmiento, el único hijo de Sonia Sarmiento, es experto en finanzas y en tecnología y se encuentra radicado en Nueva York, Estados Unidos. Es CEO de la firma de inversión Cordillera. También preside la Junta Directiva de Endeabor Colombia, una incubadora de negocios. Estudió pregrado en la Universidad de Princeton y se graduó de un MBA de la Universidad de Harvard. Hasta hace un par de años fue vicepresidente ejecutivo del Banco de Bogotá. Sobre él están puestas las miradas. Será el primero de la tercera generación que tendrá tanto poder como el sus tías y su tío.
Julio Rojas, hijo de Sonia Sarmiento Gutiérrez
Sonia del Rosario era la hija menor de Luis Carlos Sarmiento Angulo. Su madre es Fanny Gutiérrez y sus cuatro hermanos son Luis Carlos, Adriana, Luz Ángela y María Claudia Sarmiento Gutiérrez.
Sobre la sucesión en la familia del banquero Luis Carlos Sarmiento Angulo, el abogado y experto empresarial, Camilo Ramírez Baquero, destacó que “para que el Grupo se mantenga, tiene que haber una determinación a través de protocolos de familia para quienes sucedan los negocios, aunque no estén en la familia, tengan las más altas credenciales para hacerlo”.
EL GRUPO AVAL
Como ya lo había reportado Primera Página, el Grupo Aval es el brazo de los negocios financieros y de infraestructura. Controla los bancos de Bogotá, Occidente, Popular y Av Villas, así como la administración del Fondo de Pensiones y Cesantías Porvenir.
Igualmente, Aval está a cargo de Corfi, la corporación financiera que ha manejado el negocio de infraestructura, de gas (Promigas) y de hotelería (Hoteles Estelar), entre otros.
El Banco de Bogotá y el propio Grupo Aval cotizan en la Bolsa de Valores de Nueva York. Y en dos ocasiones Luis Carlos Sarmiento Angulo ha tocado la campana en Wall Street. Hoy él se la pasa más en Nueva York que en Bogotá.
El Grupo Aval también tiene presencia en Centroamérica, pues en 2010 terminó por comprar el grupo financiero BAC-Credomatic.
Al 31 de diciembre de 2023, el patrimonio atribuible a los accionistas del Grupo Aval fue de $16,78 billones, mostrando un incremento del 1.9% frente a igual fecha de 2022, cuando su patrimonio era de $16,47 billones.
Pero Sarmiento Angulo tiene otros negocios y holdings dedicados unos, por ejemplo, a la construcción de vivienda, con el que a finales de los años cincuenta, junto con la construcción de acueductos e infraestructuras de pequeños municipios, empezó a armar su fortaleza empresarial.
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