Bruselas. – Los sectores de bebidas alcohólicas, aguas embotelladas y maltas parecen estar superando en Colombia el trago amargo, a causa de la pandemia de Covid-19.
En efecto, AB InBev – multinacional que controla, entre otras compañías, a Bavaria, Cervunión y Cervecería del Valle — reveló que en el segundo trimestre del 2021 sus ventas en volumen (en hectolitros) crecieron cerca del 50%, contra igual periodo del 2020.
Lo anterior llevó a un aumento del 70% en los ingresos, también contra un periodo comparable.
Además, en el segundo trimestre del 2021 el Ebitda consolidado creció cerca de 80%, impulsado por el aumento de los ingresos brutos y el apalancamiento operativo, que fue parcialmente compensado por los vientos en contra de la devaluación, que hizo más caro el valor de las materias primas importadas.
Según añadió AB InBev, en lo tiene que ver con el primer semestre de este año, los ingresos brutos y el Ebitda en Colombia crecieron alrededor del 40%, impulsados por una alza de dos dígitos en las ventas por volumen.
Entre tanto, en el segundo trimestre del 2021 las colocaciones en volumen de AB InBev en Colombia crecieron un dígito medio, contra similar lapso del 2019, cuando no se había presentado la letal pandemia de coronavirus.
Con marcas líderes
En lo que tiene que ver con el comportamiento comercial de algunas marcas en Colombia en el segundo trimestre del 2021, la compañía belga-brasileña señaló que Águila y Poker crecieron también dos dígitos, reforzadas por el lanzamiento de la referencia Poker Pura Malta.
Y como si fuera poco las ventas de los sellos premium importados subieron 40%, lideradas por Corona, de México, Budweiser, de Estados Unidos, y el lanzamiento de Michelob Ultra.
La corporación europea agregó que siguen transformando el negocio de bebidas en el mercado nacional, a través de la tecnología.
Por ejemplo, la plataforma de pedidos Bees ahora representa casi el 80% de los ingresos totales del canal.
Cabe recordar que esa red conecta a tenderos y establecimientos comerciales con compañías grandes.
Recuperación mundial
Sobre su comportamiento global, AB InBev — que es la cervecera más grande del mundo — indicó que duplicó el beneficio neto en el segundo trimestre del 2021, hasta US$1.900 millones, al tiempo que sus ventas superaron el nivel anterior a la pandemia.
En el mismo periodo de 2020, el beneficio neto de la firma, conocida también por sus marcas Stella Artois y Club Colombia, se ubicó en US$921 millones.
Dicho aumento de las utilidades de la compañía se originó en un repunte de las ventas, a US$13.500 millones, con un aumento del 27,6%, contra el periodo abril-junio del 2020.
El director general de AB InBev, Michel Doukeris, se mostró satisfecho con un nivel de actividad superior al de principios del 2019.
“La ejecución coherente de nuestra estrategia comercial (…) aseguró que el impulso se mantuviera en el segundo trimestre con un crecimiento de los ingresos del 3,2% por encima de los niveles previos a la pandemia (segundo trimestre del 2019), a pesar de que los impactos del Covid-19 todavía se sienten», agregó en un comunicado el ejecutivo.
En el primer semestre de este año, los ingresos operacionales de AB InBev totalizaron US$25.832 millones, con un progreso de 21,2%, frente a igual periodo del 2020, cuando sumaron US$21.298 millones.
AB InBev es la cervecera más grande del mundo, con un portafolio de 500 marcas, incluidas los sellos globales Budweiser, Corona y Stella Artois.
Por su lado, Bavaria y Cervecería del Valle registraron el año pasado ventas, que sumadas contabilizaron $5,73 billones (US$1.554 millones).
Negativa a alianza
Cabe recordar que el pasado siete de mayo, tras el veto de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), junto a Coca-Cola (Colombia) y Coca-Cola Femsa, Bavaria abortó la planeada integración de sus divisiones de distribución de bebidas alcohólicas.
Por tanto, esas tres compañías no presentaron reposición ante dicha entidad.
El pasado 23 de abril pasado la SIC no autorizó a Bavaria, Coca-Cola Bebidas de Colombia y Coca-Cola Femsa (embotellador) a unir sus operaciones en el negocio de distribución de bebidas en el territorio nacional.
Según la entidad, entre otros, tendrían un poder de compra de materias primas y producción, que les permitiría elevar sus volúmenes, pero excluir a competidores, salvo la presión de Postobón.