Bogotá.- Debido a que el acuerdo para salvar a Justo & Bueno “no cuajó” pues VR se “echó para atrás”, la compañía volverá a pedir la reorganización pero normal la de la Ley 1116. Los proveedores están molestos y amenazan con no despacharle mercancías.
Hay que recordar que para este viernes 22 de octubre la Superintendencia de Sociedades tenía previsto bendecir la inyección de US$75 millones de VR Capital Group a Justo & Bueno. Sin embargo, el camino para la compañía se llenó de espinas y el nuevo inversionista se echó para atrás en último momento.
Se esperaba que esta semana los representantes presentarán una nueva propuesta viable que beneficie tanto a la sociedad como a sus acreedores. Sin embargo, la empresa echará mano de la reorganización tradicional que frente a la que estaba avanzando conocida como Near, será un proceso a paso de tortuga.
El objetivo de la empresa es seguir adelante como fuente generadora de empleo pero que también se llegue a un buen acuerdo que no golpee a los acreedores ya “cascados” pues las deudas del 12 de mayo de 2021, cuando se dio inicio al trámite de Negociación de Emergencia de un Acuerdo de Reorganización de la sociedad Mercadería S.A.S (Justo & Bueno) entrarán de nuevo a negociarse de cero con los más de $772.236 millones ya reconocidos.
Las deudas reconocidas por la compañía sumaban en el Near $772.236 millones pero el pago efectivo iba a ser de $540.565 millones, generándose un ahorro de $231.670 millones.
El 12 de mayo de 2021, se había dado inicio al trámite de Negociación de Emergencia de un Acuerdo de Reorganización de la sociedad Mercadería S.A.S (Justo & Bueno).
El acuerdo había sido aprobado por cerca del 70% de los acreedores de la compañía. Houlihan Lokey banca de inversión de la compañía seguirá mercadeando la sociedad a fin de conseguir recursos. De igual forma se sigue mirando el camino de buscar un crédito con la banca.
El pasado 24 de mayo Primera Página informó que Justo & Bueno les dijo a sus acreedores que la “Junta Directiva de la compañía está abocada a conseguir los recursos necesarios para cumplir con el 100% de las obligaciones, bien sea a través de levantamiento de fondos en los mercados internacionales, que en este momento se ven inhibidos por la situación de inestabilidad del país o bien sea a través de la venta de activos estratégicos que fue iniciada hace más de mes y medio y cuyas primeras ofertas se recibirían en próximos días”.
Deudas reconocidas por $772.236 millones
El proyecto de calificación y graduación, de Mercadería SAS o Justo & Bueno, aprobado en su momento reflejaba deudas reconocidas por $772.236 millones.
Si bien en la contabilidad de Mercadería SAS aparecían pasivos de $1,68 billones, lo cierto es que más de $900 mil millones no se han causado o no son exigibles. La razón: las normas internacionales de contabilidad obligan a que cuando se tiene un contrato de arriendo firmado, como arrendatario, y Justo & Bueno tiene, varios en todo el país, se debe registrar en la contabilidad el 100% del valor de ese contrato así no se haya causado. Entonces, si se tiene un contrato a cinco años que vale $1.000 millones por año, se debe registrar el valor completo del contrato, es decir $5.000 millones. Esos recursos se deben, porque está en el contrato, pero aún no son exigibles porque no se ha cumplido el mismo.
De los $772.236 millones reconocidos de deudas, $2.964 millones eran considerados como fiscales u obligaciones de carácter tributario; $28.640 millones estaban en el renglón de garantizados y allí se ubicaban varias entidades financieras; y $740.631 millones eran con acreedores estratégicos (vitales para la continuidad de la empresa).
En las obligaciones consideradas como fiscales se reportaron los municipios de:
Bucaramanga, Puerto Colombia, Planeta Rica, Envigado, Rionegro – Antioquia, Yarumal, Sabaneta, Copacabana, Girardota, Santa Rosa de Osos, Amagá, Guarne, Ciénaga, Subachoque, Choachí, María la Maja, La Pintada, Floridablanca, Medellín, Villavicencio y Chía, entre otros.
En el renglón de garantizados donde se ubican varias entidades financieras se reportaban:
Banco Davivienda, Banco de Occidente, Patrimonios Autónomos Fiduciaria Colpatria, Leasing Bancolombia – Compañía de Financiamiento, FCP Fondo Inmobiliario Colombia, Rentek y Patrimonios Autónomos Fiduciaria Colpatria.
En los y $740.631 millones son con acreedores estratégicos (vitales para la continuidad de la empresa) se reportaban:
Bancolombia, Banco de Occidente, Fondo de Inversión Colectiva Cerrado»BTG Pactual Crédito», Financiera Dann Regional Compañía de Financiamiento, Itau Fiduciaria Patrimonios Autónomos, Coltefinanciera s.a. Compañía de Financiamiento, Mercado de Recursos Financieros Mesfix, Banco Cooperativo Coopcentral.
También el Fondo de Inversión Colectiva Cerrado Global Securities Credit Opportunities Fund Títulos Valores, Fondo de Inversión Colectiva Cerrado Global Securities Credit Opportunities Fund Facturas, Fondo de Inversión colectiva cerrado «Renta Crédito», Banco de Comercio ExteriorFideicomiso Concesiones CCFC SA, Grupo Fáctoring de Occidente, Jivesa (fondo de fáctoring para endosar facturas de proveedores y acreedores), Rocsa Colombia (fondo de fáctoring para endosar facturas de proveedores y acreedores), Vía Fáctoring, Banco de Bogotá, Activos y Rentas, Solofactoring, Factor Dinero, Factor Compañía SAS, Cuantum Soluciones Financieras, Genera Capital, Colombian Big Market (fondo de fáctoring para endosar facturas de proveedores y acreedores), Argenta Estructuradores, Smart Factoring SAS, Decintel SAS, Liquitech Capital con Sentido, Investment Fáctoring y Decintel.
Adicionalmente se reportaban los proveedores como Bimbo, Alimentos Polar, Piquitos, Mandala Foods, Fabricantes de Detergentes y Minerales, Gaseosas Lux, Nestlé, Colombina, Yupi, Familia y Prosegur. Todo quedó atrás
A los acreedores de la primera clase (proveedores estratégicos) se les había solicitado un período de gracia de 12 meses.
En el año dos se pagaría el 15% de la deuda principal
En el año tres se pagaría el 25% de la deuda principal.
En el año cuatro se pagaría el 25% de la deuda principal.
En el año cinco se pagaría el 35 de la deuda principal.
La tasa de interés anual es del ocho por ciento.
En el renglón denominado cuarta clase quedarían las empresas que decidan no seguir con las operaciones con Justo y Bueno.
El acuerdo es un periodo de gracia de amortización e intereses en los años uno a tres.
El 30% de la deuda se pagaría en el año cuatro a nueve y el 70% restante en el año diez.
La tasa de interés en este caso sería del cuatro por ciento.