Sao Paulo.- En un nuevo informe, Moody’s Investors Service señala que la perspectiva en 2022 para bancos en mercados emergentes es estable y está respaldada por la recuperación continua de la actividad económica, así como también por los sólidos balances de los bancos, que incluyen niveles altos de reserva para pérdidas crediticias, rentabilidad elevada, amplia liquidez y capital, lo que ayudará a mitigar riesgos a corto plazo.
La perspectiva estable del sector refleja la opinión de Moody’s sobre los fundamentos crediticios de los bancos en los mercados emergentes durante los próximos 12 a 18 meses.
«Esperamos que las economías de mercados emergentes del G20 continúen presentando una recuperación sólida de 4,8% en 2022 y 4,3% en 2023, en promedio, con condiciones operativas que alcancen niveles prepandémicos en la mayoría de los países», indica Ceres Lisboa, Associate Managing Director de Moody’s. «Los bancos de mercados emergentes mantendrán reservas para las pérdidas crediticias generadas en 2020, que mitigarán los riesgos de un aumento moderado de los préstamos en mora tras la eliminación de medidas de apoyo, las recientes presiones inflacionarias en los mercados y los débiles mercados laborales en algunos países».
La desaceleración de la economía de China probablemente conducirá a una moderación en los volúmenes de negocios de los bancos; sin embargo, los riesgos de activos están bajo control y la liquidez seguirá siendo adecuada. La dinámica de recuperación económica aún podría verse afectada por el lento ritmo de vacunación en algunas regiones, como en el Sudeste Asiático, África y en los países de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), donde la vacunación aún está por debajo del resto de los mercados emergentes. Sin embargo, la mayoría de los bancos de esos países mantienen niveles de capitalización y rentabilidad sólidos y reservas adecuadas que ayudarán a abordar las incertidumbres y los riesgos inesperados. En India, la recuperación de los niveles de actividad impulsará el crecimiento del crédito, con efectos positivos en los riesgos de los activos.
Los precios más altos del petróleo continuarán mejorando la posición fiscal de los gobiernos del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), lo que dará apoyo a los perfiles de ganancias de los bancos. La presión inflacionaria de Turquía solo disminuirá moderadamente en 2022, por lo que la dolarización de los depósitos seguirá siendo elevada con rendimientos reales negativos de los depósitos en moneda local; una fuerte liquidez y un menor fondeo de mercado reducirán la vulnerabilidad de los bancos locales.
En América Latina, los altos riesgos relacionados con la inflación y el desempleo en 2022 probablemente desacelerarán los volúmenes de negocios, mientras que las tasas de interés más altas probablemente reforzarán la rentabilidad de los bancos, lo que ayudará a afrontar el aumento de los costos crediticios en comparación con 2021.
Los suscriptores de Moody’s pueden consultar el reporte en http://www.moodys.com/researchdocumentcontentpage.aspx?docid=PBC_1305638