Tokio (Japón).- La calificadora R&I, Rating and Investment Information, Inc., decidió afirmar en BBB la calificación de emisor en moneda extranjera de la República de Colombia y mantuvo su outlook estable.
Estimó que es probable que la economía de Colombia registre un alto crecimiento en 2021, impulsado principalmente por el consumo privado.
El crecimiento al nivel de la tasa de crecimiento potencial asumido por el Gobierno es totalmente alcanzable en el a medio plazo, desde el punto de vista de I + I. Aunque los precios del crudo son turbulentos, la asistencia a los inmigrantes y las contramedidas por el Covid-19 continuaron imponiendo una presión sobre la posición fiscal de Colombia, el Gobierno abordó esto con financiación flexible.
El Gobierno formuló un plan de gestión fiscal más realista con un ritmo paulatino de reducción del déficit. Si bien se espera que los déficits por cuenta corriente sigan siendo elevados para el a corto plazo, no hay preocupación por la liquidez externa.
En cuanto al sistema financiero, no hay mayor problema observado. A la luz de estos factores, R&I ha afirmado la Calificación de Emisor en Moneda Extranjera para Colombia en BBB.
Golpeado por la pandemia de Covid-19 y los precios del crudo que cayeron a principios de año, el producto interno bruto (PIB) real de Colombia se contrajo un 6,8% en 2020, lo que marca el primer año completo contracción desde 1999.
Para 2021, una recuperación moderada en el consumo privado y otros factores se espera que impulsen un alto crecimiento, aunque la primera mitad del año se ha visto afectada por desafíos como la mayor difusión del Covid-19 y protestas violentas que evolucionaron de una oposición a la Reforma Tributaria.
R&H considera que la economía tiene buenas posibilidades de alcanzar la tasa de crecimiento potencial que el Gobierno estima que será ligeramente superior al 3% en el mediano plazo, con una recuperación de la inversión y la fuerza laboral con la participación de los inmigrantes venezolanos en el futuro.
Los déficits por cuenta corriente siguen siendo bastante elevados. Las importaciones han aumentado a la par con una recuperación en la economía nacional y están aumentando los déficits por cuenta corriente. Un déficit de ahorro interno subyacente aupa esta tendencia. Dicho esto, más del 70% de las importaciones totales son bienes intermedios y de capital, muchos de los cuales están respaldados por una financiación estable centrada en la inversión extranjera directa.
Tales importaciones darán lugar a inversiones y exportaciones en el futuro. Las reservas de divisas son adecuadas como amortiguador en las condiciones normales.
Dado esto, junto con un acuerdo de Línea de Crédito Flexible (FCL) con el Fondo Monetario (FMI), no hay preocupación por la liquidez externa.
En 2020 y 2021, la postura fiscal del Gobierno ha sido expansiva, reflejando un mayor gasto para hacer frente a la pandemia y apoyar la recuperación económica. Para seguir adelante con una posterior consolidación fiscal, el Gobierno revisó su Regla Fiscal.
Mientras alivia el ritmo de la reducción del déficit en comparación con el plan anterior, vinculó la reducción del déficit con la reducción estable de la deuda pendiente, creando así un marco institucional más práctico.
La iniciativa para fortalecer el comité fiscal es otro factor positivo. Después de que la deuda del Gobierno Central alcanzara un máximo de casi el 70% del PIB en 2023, el Gobierno tiene la intención de reducirlo de manera constante y al mismo tiempo llevar el saldo primario a un superávit.
Aunque su principal fuente de financiamiento son los bonos del Gobierno denominados en pesos, el Gobierno ha estado diversificando las fuentes de fondos, incluido un mayor financiamiento de instituciones multinacionales desde 2020 para satisfacer las necesidades de financiación impulsadas por las respuestas a la pandemia.
El FMI acordó ampliar el FCL para Colombia en septiembre de 2020 y el país extrajo una parte de los fondos en diciembre. Las tasas de interés a largo plazo han aumentado levemente pero aún permanecen históricamente bajas, y se han emitido bonos globales con bajas tasas de interés. Un escenario en el que el gobierno enfrenta dificultades de financiamiento es poco probable.
Han pasado cinco años desde el inicio del proceso de paz acordado con el ex antigubernamental grupo guerrillero Farc (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia). La eliminación estadounidense de las Farc de su lista de organizaciones terroristas extranjeras aumentará la moral de las partes interesadas.
Mientras tanto, el Instituto Kroc de Estudios Internacionales para la Paz de la Universidad de Notre Dame en los Estados Unidos, Que está monitoreando el proceso de paz, publicó su informe periódico que señala los principales problemas, incluido un aumento en enfrentamientos e incidentes violentos entre grupos rearmados ilegítimamente que abandonaron el acuerdo.
De persistir se requieren acciones, R&I también estará atento a la postura del próximo Gobierno que se formará después de las elecciones de 2022.
La metodología de calificación principal aplicada a esta calificación se proporciona en «Enfoque analítico de R&I para Soberanos «. La metodología está disponible en el sitio web que se indica a continuación, junto con otras calificaciones metodologías que se toman en consideración al momento de asignar la calificación.